Nosotros, miembros de la Comisión Carmelita Internacional Justicia, Paz e Integridad de la Creación, reunidos en Roma del 13 al 16 de octubre para planificar las tareas del próximo año, hemos querido enviaros nuestro mensaje de paz, solidaridad y fraternidad para nuestros hermanos y hermanas muertos y heridos por actos de terrorismo y de guerra.
Hacemos nuestras las palabras del Papa Francisco
“Que cesen los atentados y las armas, por favor, porque hay que entender que el terrorismo y la guerra no traen soluciones, sino sólo la muerte y el sufrimiento de muchas vidas inocentes. La guerra es una derrota, toda guerra es una derrota”.
El asedio total de las poblaciones civiles vulnerables de uno y otro bando sólo demuestra la incapacidad política y la inmadurez moral de los gobiernos y añade un nuevo fracaso a la historia de la comunidad internacional en la construcción de un mundo pacífico y próspero mediante la justicia, la solidaridad mundial, el respeto de la dignidad humana y el bien común.
Como carmelitas nunca olvidamos que la justicia y la paz se abrazan y, por tanto, nuestro trabajo por la justicia contribuye a la construcción de un mundo en paz (cf. Const. 120). “Es también decisión de compartir con los “minores” de la historia, para decir, desde dentro, más con la vida que con la boca, una palabra de esperanza y de salvación” (Const. 24).
En estos momentos de dolor y tristeza por la violencia desatada, rogamos a Dios por los pueblos palestino e israelí, por nuestros hermanos ucranianos y rusos, por los ciudadanos brutalizados de la República Democrática del Congo, por los fratricidios de los pueblos de los dos Sudanes, Myanmar y Haití, y por tantos pueblos de nuestra casa común. Rezamos y hacemos un llamamiento a las distintas partes en conflicto para que entablen un diálogo y aboguen por la paz, a fin de poner fin a la escalada de muerte y horror y volver al camino de la justicia y la paz.