Cada lunes, desde inicio de curso, hemos celebrado la eucaristía para iniciar la semana. En esta ocasión, lunes 16 de diciembre, se abren las puertas de nuestra pequeña capilla que se transforma en el gran salón, la casa de Dios, para acoger a los alumnos de tercero, cuarto, quinto y sexto, y poder festejar el tiempo de adviento.
La Navidad está cerca. Todos sabemos por experiencia el revuelo que se origina cuando nace un hijo en la familia: nerviosismo, alegría, felicitaciones, llamadas, visitas, flores…
Ese acontecimiento se convierte en el centro de nuestra atención; es la noticia que comunicamos y recibimos.
A día de hoy aún estamos a la espera de la “Gran Noticia” del Nacimiento de Jesús.
Es verdad que celebramos la Navidad como fiestas “familiares” pero es mayor la alegría al reunirse hoy “La familia creyente” porque allí en Belén, nació Jesús, es salvador, nació quien nos ha traído la Vida de Dios a nosotros.
Si el nacimiento de un miembro de nuestra familia es causa de alegría para todos nosotros, hoy esperamos el nacimiento de Dios: esperanza y alegría para todo el pueblo cristiano.
El Señor no encontró un lugar demasiado preparado para su nacimiento. La esperanza y el amor de María y José suplieron las deficiencias del lugar.
Preparemos nuestro corazón para que Jesús encuentre la misma esperanza y el mismo calor que encontró en Belén.
Os dejamos unas imágenes del encuentro de hoy.